A 65 años de la muerte de un grande de la poesía paraguaya

  • Un día como hoy, en 1949, fallecía uno de los principales exponentes de la poesía y la polka popular en Paraguay, Emiliano R. Fernández.
Las letras de sus poemas escritos en “jopará”, la mezcla del guaraní de los habitantes originales de lo que ahora es Paraguay con el español traído por los colonizadores europeos, permanecen inmortalizadas en algunas de las canciones populares más emblemáticas del pueblo paraguayo. Un día como hoy, hace 65 años, dejaba de existir Emiliano R. Fernández.

Emiliano Fernández Rivarola nació el 8 de agosto de 1894, viviendo los años de su infancia en el pueblo de Ysaty. Allí permanecería hasta los diez años, cuando la revolución de 1904 lo obligó a mudarse a Concepción.

En la década de 1920, Fernández comenzó a viajar por Paraguay a la par que escribía sus primeros poemas, que fueron publicados en la revista literaria de versos y canciones populares “Okara poty kue mi”.

Habiendo hecho el servicio militar en sus años en Concepción, Fernández fue llamado a pelear en la Guerra del Chaco, formando parte del Regimiento de Infantería “13 Tuyutí” con el rango de soldado. Durante el conflicto con Bolivia que tuvo lugar entre 1932 y 1935, el soldado Fernández siguió escribiendo sus versos alcanzando gran popularidad. Participó en la batalla de Nanawa. Su participación en la guerra acabó al ser herido en combate y trasladado a Asunción.

Poemas hechos canción como Asunción del Paraguay, Pyharé amaguype, Tupasy del campo, Che la reina, 13 Tuyutí, Oda pasional ySoldado guaraní se volvieron a lo largo de los años obligatorias en fiestas, reuniones y eventos culturales en todo el país.

Su muerte vino en un incidente relacionado a su reputación de frecuente trasnochador, cuando en un altercado con otra persona fue herido con arma de fuego. Sus últimos días los pasó internado en el Hospital Militar de Asunción.

Fuente: ABC

Como anexo incluimos una de sus letras para que lo valoren:


LA ÚLTIMA LETRA



A ti flor de mi vida selvática azucena

co rojheya cuetévo adiós ndéve ta'e

la más triste palabra que en mi labio suena

co'agä rejhendúta che china ipajhaite.



Secaronse las flores de mi vergel soñado

jhacä piru paitema upe che yvotymi

el raudo torbellino impío y malvado

umi aipota vaecue oityma che jhegui.



Mi pobre vida enferma muriente ya dormita

mba'e mbyasy poguýpe che ara ajha'arö

y tú reina terrestre amada Belencita

upe nda che racjhúgui reipotane amano.



Amadme compasiva te imploro mi azucena

anína ne ñaña rejhacjhuramo nde sy

no ves mi pobre alma ya sumergida en pena

mba'éichapa ocái jha ochyryry.



Yo llevo tu recuerdo, recuerdo que en mi vida

oico vaerä che acäme mante iñongatupy

novela de una noche de luna esclarecida

ñaime ramo guare vy'ápe Tupäsy.



Y hoy sigo este sendero buscando ya el olvido

si nde nico che china nda che racjhumo'äi

por eso iré cruzando los llanos inconocidos

ajhechave'ÿ jhaguäme umi nde resa yayäi.



Y si mañana recuerdas a este bien perdido

ne año quena eguapy nde py’a pype ere

se fue aquel vidente errante inmerecido

ojhóma anga yvytüre jha anitamo ouve.



Yo quiero que tú borres mi nombre despreciado

ani umi rejhacjhúva che rérare ipochy


que queden para ellos la carne del pecado

co’agä che ajheyáva aicóre iyajheipy.

Ingratitud - Juan Carlos Oviedo y Los Hnos. Acuña

INGRATITUD (A UNA INGRATA)

Letra : EMILIANO R. FERNÁNDEZ
Música : ANDRÉS CUENCA SALDÍVAR


ENCUENTRO ENTRE UN POETA Y UN GUAINO COMPOSITOR

-Ajuhu che ra'y ko letra pe aikoha rupi ha agueru ndéve (Encontré esta letra andando y te traje)-, le anunció BONIFACIO CUENCA a su hijo ANDRÉS CUENCA SALDÍVAR en Alfonso Tranquera, departamento de la Cordillera.

Andrés, feliz de la vida, según cuenta su sobrino VIDAL CABAÑAS SALDÍVAR (JOHNNY WALKER), se apartó en un rincón de su casa. Extasiado leyó la poesía y, mecánicamente, le fue poniendo melodía en su interior. No tendría más de 15 años entonces y ya era músico hecho y derecho, además de compositor. A UNA INGRATA se llamaba la obra escrita en una hoja de cuaderno. Luego, la intervención popular le llamaría INGRATITUD.

Don Bonifacio tenía una chata en la que, desde el río Yhaguy, pasando por el Manduvirá, transportaba por el río Paraguay -llegando hasta ltapirú, ya muy al sur-, esencia de petit grain, raja y carbón. En uno de los puertos, alguien le copió la letra que le había traído a su hijo con la secreta intención de que le gustara y le pusiera música.

En Benjamín Aceval acaba de terminar una carrera de caballos. El afamado guaino Andrés Cuenca Saldívar, se había olvidado ya de la presión recibida, de la corrida oreja a oreja del tramo final y de la victoria obtenida. Está en una cantina de los alrededores de la cancha, entregado a su otra pasión: la música.

Cuando termina de cantar, un hombre flaco y desgarbado, vestido de militar, lo retiene.

- Mávapa nde, mitã (Quién eres, mi hijo) -interroga el hombre

- Che hína Cuenca -replica el muchacho sin sorpresa –

- Mba'e valle (De qué lugar)

- Che hína Alfonso Tranqueraygua (Soy de Alfonso Tranquera)

- Mba'éicha rupi repurahéi A una ingrata (Cómo es que cantas esa canción)-, pregunta con voz que el muchacho percibe es de amenaza.

Allí, Andrés Cuenca Saldívar le cuenta cómo vino a parar la letra a sus manos.

- Máva mba'eha pe poesía nde ere (De quién crees que es la poesía)

- Ndaikuaaietevoi (No tengo la menor idea)

- Reikuaa haguã che ra'y péa che letra hína. Ascriviva'ekue MARCIANA DE LA VEGA-pe heta oñopûgui che korãsõ ha iñambuégui chehegui imborayhu. Che ha'e la EMILIANO R. FERNÁNDEZ hína (Para que sepas, mi hijo, esa letra es mía. Le escribí a Marciana de la Vega por los sufrimientos que ocasionó a mi corazón al no corresponderme más. Yo soy EMILIANO R. FERNÁNDEZ)

Andrés queda mudo, estupefacto. Había escuchado hablar de ese poeta, pero jamás pensó que la letra a la que le puso música sería de él.

- Ndaipóri problema mi hijo. Che gusta la rejapóva (No hay problema. Me gusta tu melodía)-, le tranquilizó. Y sacó de su bolsillo Ko'ape che avy'ave y Arribeño purahéi (que luego se llamó BARCINO KOLI) para entregarle.

- Ãvã avei rejapóta ñandéve porque nde vale (También a éstos le vas a poner música porque eres capaz).

Se pasaron las manos y se despidieron. Cada uno volvió a lo suyo. Emiliano a los caminos y la poesía. Andrés Cuenca Saldívar a la música y a los caballos.


(Tomado de Portal Guaraní)

Aqui con la magistral interpretación de Juan Carlos Oviedo y los Hnos. Acuña:

Juan Cancio Barreto


  • Es hijo de Carmen (Pochó) Emategui, y de Rodolfo (Pochó) Barreto. Los primeros pasos con su viejo amor, la guitarra, lo dio cuando su papá, a los 13 años le regaló una guitarra pequeña (el requinto). 

A partir de ahí, ya no dejó nunca este maravilloso instrumento. A los 14 años conoció, en los obrajes de Jejui Guasu, a Efrén Echeverría, el cual probablemente sin saberlo, estaba marcando con sangre y fuego, lo que sería posteriormente su particular estilo, en este niño prodigio del requinto, evento que el artista recuerda con cariño y gratitud.

Juan Cancio compartió y recibió el ejemplo de los grandes músicos con tanto talento y fama por el mundo y una rica herencia de canciones inolvidables a: Mauricio Cardozo Ocampo, Eladio Martínez, Diosnel Chase, Emilio Vaesken, Emigdio Ayala Báez, Samuel Aguayo, Agustín Barboza, Luis Alberto del Paraná y Faustino Brizuela.

Durante sus frecuentes giras, Juan Cancio Barreto ha viajado mucho, llevando con él, el duende juguetón que hay en su música conquistando audiencias en el Paraguay y fuera de fronteras. Continúa recorriendo el interior de nuestro país y visitando la Argentina, Brasil, Chile, donde sigue cosechando galardones por sus magníficas actuaciones artísticas.

(Tomado de Wikipedia)

Aquí en una de sus actuaciones en vivo con el tema Nelly:

Falleció el guitarrista Cayo Sila Godoy

  • El reconocido guitarrista paraguayo Cayo Sila Godoy falleció en horas de la tarde de este martes a los 94 años, confirmaron familiares del artista a ABC Color. El músico fue encargado de recopilar la obra de Agustín Pío Barrios, Mangoré.
El deceso del maestro de la guitarra Cayo Sila Godoy se produjo en horas de la tarde en el Policlínico “Rigoberto Caballero”, confirmó una de sus hijas en conversación con la periodista de ABC Color Maripili Alonso. EL MÚSICO HABÍA SIDO INTERNADO COMO CONSECUENCIA DE UNA AFECCIÓN RESPIRATORIA.

Cayo Sila Godoy nació en un lugar situado entre Villarrica y Coronel Oviedo, el 4 de diciembre de 1919, aunque su partida de nacimiento registra al pueblo de Ajos como sitio de nacimiento. Precisamente, su familia paterna era oriunda de Coronel Oviedo, mientras que la materna era de Villarrica.

Desde muy niño comenzó a estudiar música con su tío Marciano Echauri. “Mi casa era como un centro musical. Allí iba mucha gente, como los hermanos de Eladio Martínez y el guitarrista Ampelio Villalba. Yo empecé tocando el piano a los cuatro años y a los ocho ya leía música”, había relatado en una entrevista con ABC Color años atrás.

La primera vez que escuchó una obra de Agustín Pío Barrios fue a través de un amigo de su padre, quien fue alumno de Mangoré y de Gustavo Sosa Escalada: Dionisio Basualdo. “En un viaje a Asunción, mi padre y yo visitamos a Basualdo. Él tenía el archivo de la Sociedad “Dionisio Aguado” que incluía obras de Barrios. Cuando yo cumplí 24 años, él me dijo que alguien debía encargarse de recopilar las obras de Barrios”, y Sila Godoy le tomó la palabra.

Hijo de Evaristo Godoy Alfonso y de Basilia Echauri Cáceres. Los instrumentos musicales eran parte del paisaje familiar Echauri; la madre de Sila tocaba la mandolina napolitana, y cada tía o tío, un instrumento diferente. En ese ambiente, Sila desarrolló su amor a la música. Cursó estudios primarios y secundarios en Villarrica. A los 16 años se trasladó a Asunción, donde estudió en el Ateneo Paraguayo, del que egresó como profesor superior de Música.

En la década del 40, forma parte de Vy’a Raity, con Augusto Roa Bastos, Josefina Plá, Hérib Campos Cervera, Liber Fridman y otros artistas. Ofrece conciertos en radios y teatros de Asunción. Entretanto, consigue una beca para estudiar guitarra con la profesora Consuelo Mallo López, en Buenos Aires, donde reside entre 1944 y 1954. Realiza giras de conciertos en Argentina y Uruguay.

En 1953, inicia un viaje para recopilar la obra de Agustín Pío Barrios, Mangoré, diseminada y dispersa en varios países americanos. Este trabajo lo lleva a cabo con su esposa, Ramona Manuela Álvarez Redes, doctora en Odontología, egresada de la Universidad Nacional de Asunción, llegando hasta San Salvador, Centroamérica, donde visitan la tumba de Barrios.

A partir de ese momento, Sila dedica su vida a la recopilación, conservación y difusión de la obra de Barrios hasta su consagración mundial, hecho que se producirá cincuenta años después. En esa labor es apoyado permanentemente por su familia.

En 1959, es becado por el maestro español Andrés Segovia. Asiste a sus clases en Santiago de Compostela (Galicia, España).

En 1963, invitado por el presidente John F. Kennedy, viaja a Estados Unidos y ofrece una gira de presentaciones.

Desde 1965 permanece dos años en México, en gira de conciertos organizada por OPIC, Organismo de Promoción Internacional de Cultura del Ministerio de Relaciones Exteriores de México.

En 1969 conforma un dúo de guitarra y balalaika con Wallace Keiderling, entonces director del Centro Cultural Paraguayo Norteamericano de Asunción, Paraguay. El dúo viaja a Bolivia, Perú y Ecuador.

En diferentes épocas, Sila reside y trabaja en España, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Honduras.

En 1979 graba en Estados Unidos. Visita Japón en 1980; Australia, en 1984.

Reencuentra a su maestro y amigo Andrés Segovia en varias oportunidades, en diferentes lugares del mundo. Lo ve por última vez en Washington en 1987, poco antes de la muerte de Segovia.

En 1996 recibe la condecoración a la Orden del Mérito en el Grado de Comendador, otorgada por el Gobierno paraguayo.

En el año 2003 le es ofrecido un Homenaje Nacional en el Teatro Municipal de San Lorenzo, al que acuden discípulos y admiradores de todo el Paraguay.

En diciembre del 2004, amistades del maestro le ofrecen un agasajo en el Restaurante Austria, el día en que cumple 85 años. Comparte con su amigo de juventud, Augusto Roa Bastos, entre amigas, amigos, colegas y familiares.

En el año 2007 es declarado “Hijo dilecto” de la ciudad de Coronel Oviedo.

En el año 2009 recibe el nombramiento de “Hijo dilecto” de Misiones, como reconocimiento a su labor de rescate y difusión de la obra del insigne músico Agustín Pío Barrios, Nitsuga Mangoré, nacido en la ciudad de San Juan Bautista, Misiones. En 2013 recibió el Premio Nacional de Música.

La obra artística de Cayo Sila Godoy no ha conocido fronteras. América, Asia, Europa forman parte de los territorios que han sido recorridos siguiendo los caminos cuyos surcos fueron marcados por las cuerdas de la guitarra clásica.

Su labor como músico abarca varias facetas: intérprete, compositor, arreglador, concertista, investigador, docente y conferencista.

Son de gran riqueza sus transcripciones para guitarra de obras de músicos clásicos como Juan Sebastián Bach, así como los arreglos de “India” y de “Gallito cantor”, de J. A. Flores; “Carreta guî”, de autor anónimo, “Pájaro Campana”, de la versión para arpa de F. Pérez Cardozo. En su trabajo de compositor, elige como maestro a Arnold Schoenberg, músico austríaco creador de la música dodecafónica.

Fuente: ABC color